JUNTOS PERO NO REVUELTOS.

miércoles, 27 de julio de 2011

Grandes insignificancias.

Eran tan diferentes, como el agua y el aceite. Sí...eran como agua y aceite, no estaban de acuerdo en nada.Si ella decía Norte, él decía Sur; si ella quería viajar a lo más frío de Noruega, él quería ir a lo más cálido de New York Él vivía el día a día como si fuese el último y ella vivía pensando en las consecuencias de cada acción. A ella le encantaba la playa, él la aborrecía. Él quería un chalet alejado del mundo, ella un pisito en el centro. Ella podría levantarse a las 5 de la mañana sólo para disfrutar de algo tan insignificante para algunos como un amanecer y él ni siquiera se percataba de su existencia cuando llegaba a casa después de una noche de excesos.
 Pero detrás de todo ese puñado de insignificantes diferencias, se encontraba una de las pocas cosas que tenían en común... les encantaba la mermelada de fresa.


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gotas de agua